Mercado del transporte 11.01.2022
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Post Brexit: disposiciones arancelarias, cabotaje, visados de trabajo prorrogados. ¿Qué será lo siguiente?

TIMOCOM mira la bola de cristal junto con sus clientes.

Un joven mira una bola de cristal en su mano. Muestra un camión con bandera británica y otro con la europea, y en medio hay un a

«El Brexit no nos ha ayudado»: este es el escueto balance de Chris Hall, director europeo de la agencia británica de transportes UKI Express Transport LTD al charlar con TIMOCOM. La idea que más se asocia al Brexit es «incertidumbre». Los trámites aduaneros para los demás países europeos se deben aprender de nuevo debido a las muchas particularidades vigentes que ahora presenta la actividad diaria y, al mismo tiempo, hay que gestionar la falta de conductores y los cuellos de botella de los suministros. En conversación con usuarios de TIMOCOM como Chris Hall, queda claro: En el futuro próximo, las empresas de transporte y logística no esperan que la situación se mantenga apaciguada por mucho tiempo.

La salida de la UE cumple dos años  y los puntos débiles de la idea de una Gran Bretaña autónoma quedan patentes, entre otras cosas, por estas consecuencias: nuevas disposiciones arancelarias, estantes vacíos en supermercados, elevados precios de carburantes, falta de conductores. El relajamiento de las condiciones del visado de trabajo y el cabotaje son las soluciones presentadas. ¿Cómo resultan en la práctica? ¿Y serán útiles también a la larga? Los clientes de TIMOCOM y Gunnar Gburek, portavoz de TIMOCOM y Head of Business Affairs, han analizado los acontecimientos actuales. Sus estimaciones para el futuro están marcadas por la prudencia y el desencanto.

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Transición 2020/2021: Accidentado arranque de la nueva era comercial

Casi un 50 % más de cargas que en el tercer trimestre de 2020: para finales de 2020, el barómetro del transporte de TIMOCOM mostró un claro incremento de los transportes entre Alemania y Gran Bretaña. La pandemia por coronavirus indujo a los europeos a realizar compras de acaparamiento; asimismo, los británicos se prepararon para la escasez por las nuevas disposiciones arancelarias ocasionadas por el Brexit. Y fue sensato, pues en los tres primeros meses de 2021, las cargas registradas cayeron dos tercios aprox.

Aranceles imprecisos y una complejidad burocrática difícil de entender para las empresas partícipes en las cadenas de suministro siguen inhibiendo el transporte de mercancías un año después del Brexit.

«No estábamos preparados», recuerda Chris Hall. «Incluso las grandes empresas y proveedoras de servicios, nadie recibió ningún tipo de formación. En enero, febrero y marzo de 2021, la gente no sabía qué había que hacer. El problema es que no tenemos una autoridad estatal que ofrezca formación al respecto.»

Nuevas disposiciones arancelarias en Gran Bretaña: El elevado arte de la iniciativa propia

La falta de información y de preparación sobre las novedades por parte del gobierno parece ser el problema principal que aún ocupa a la economía británica. Para los envíos de mercancías a Gran Bretaña, se aplican las disposiciones sobre exportaciones a un estado no UE desde principios de 2021. Sin embargo, en el sentido contrario, se da el mayor reto para las empresas británicas: La exportación de bienes desde Gran Bretaña a países europeos se rige por muchas particularidades. El procesamiento aún no se ha asimilado como rutina y sigue provocando largas esperas.

A las empresas británicas y las que tienen relaciones comerciales con Gran Bretaña solo les quedaba apostar por la iniciativa propia.

«Ante la falta de apoyo estatal, nos hemos familiarizado por nuestra cuenta con las nuevas normativas arancelarias, así como con el procesamiento de los documentos necesarios», relata Hall. «Al final, hemos conseguido una mucho mejor comprensión general sobre los procesos que en enero de 2021

Así han aumentado los conocimientos especializados, y las nuevas rutinas determinan ahora el trabajo diario. Es más: En realidad, las nuevas regulaciones incluso simplifican los procesos, según Hall, pues su empresa ahora se encarga por sí sola de todas las formalidades arancelarias.

Sin embargo, no todo el mundo parece disponer de estos conocimientos necesarios. Y por este motivo, hay que contar con esperas más largas en los almacenes y centros de distribución.

«La escasez de información sobre aranceles la notamos, sobre todo, con las empresas Blue Chip», añade Hall. «Y repercute directamente en el tiempo de procesamiento. Cinco horas para poder cargar no son una excepción.»

Justamente las empresas Blue Chip, es decir, las que cotizan en bolsa con grandes volúmenes de negociación, parece que están llegando al límite. No está claro cuándo quedarán por fin cubiertas estas deficiencias y se logrará que las cadenas de suministro vuelvan a funcionar bien. La peor parte se la llevan, sobre todo, el comercio y el transporte de mercancías de Gran Bretaña a los países europeos.

Debacle arancelaria, burocracia, coronavirus: Indicadores claves del retroceso económico

Las empresas de transporte y logística en Gran Bretaña tendrán que seguir lidiando algo más con estas demoras. Hacerse con los conocimientos especializados en este proceso en marcha supone todo un desafío. Cuanto mayor es la empresa, más empleados deben ponerse al día a la vez con la nueva información.

Aparte está la recurrente ralentización económica de finales de año. Si vemos el barómetro del transporte de TIMOCOM desde septiembre de 2021, constatamos una caída del 32 % de las cargas internacionales registradas. Esta evolución afecta también a los transportes de Alemania a Gran Bretaña y a la inversa. Dada la relevancia de las importaciones, las cargas de Alemania a Gran Bretaña siguen relativamente altas. Sin embargo, las cargas ofrecidas en la bolsa de cargas de TIMOCOM de Gran Bretaña a Alemania se encuentran en el 71 %, muy por debajo del nivel internacional.

Análisis de Polonia: Servicios de valor añadido desde el Brexit

También hay empresas que aprovechan la salida de la UE para reorientarse y ampliar sus servicios. Un ejemplo es el cliente polaco de TIMOCOM Sped-Trans. La empresa presta, desde 2011, servicios arancelarios, y la directora Anna Gizowska ha expandido ahí su cartera. Es consciente de las dificultades que implican las disposiciones arancelarias para el transporte con origen o destino en Gran Bretaña.

«Aparte del asesoramiento integral, nos encargamos de las formalidades aduaneras que implica el transporte a Gran Bretaña. A menudo, tenemos que contactar con las autoridades fronterizas para evitar fallos de forma», explica a TIMOCOM.

Al igual que Chris Hall, su empresa también ha constatado que los responsables locales no están bien formados y que se atascan con disposiciones que cambian a menudo.

«Nuestro propio departamento legal responde con prontitud a las consultas de los clientes y se ocupa de su situación», agrega Gizowska. «Así matamos varios pájaros de un tiro: formamos, asistimos y establecemos relaciones duraderas con los clientes. Tenemos las mejores soluciones para que a nuestros clientes no se les generen costes arancelarios y fiscales innecesarios.»

¿Esperas en la frontera? ¿Reglas aduaneras no claras? Pues casi mejor volver de vacío.

«A veces, un proveedor de servicios de transporte toma la decisión de regresar de vacío a casa dada la lentitud de los despachos aduaneros y por miedo a largas esperas en la frontera hacia Europa», revela Gunnar Gburek de TIMOCOM. «El motivo es un simple cálculo. Las paradas cuestan dinero, y los precios del carburante en Gran Bretaña son elevados. Al final, sale más a cuenta regresar a casa sin carga.»

Por cierto, que sobre las largas «esperas en la frontera», nos vienen a la memoria las imágenes del fin de año 2020/2021. Kilométricas colas de camiones en dirección al puerto de Dover coparon titulares durante semanas. La razón fue el cierre fronterizo de Francia por la pandemia que dejó varados a miles de camioneros en Gran Bretaña. El miedo a que se repita este escenario resuena también por la incertidumbre al tramitar los despachos aduaneros. Y no sin motivo, pues últimamente ha aumentado mucho el número de infecciones por coronavirus también en Gran Bretaña. Esto podría volver a motivar al gobierno francés a cerrar de nuevo las fronteras, por ejemplo. La consecuencia sería la misma que hace un año: Camioneros de la UE estancados en Reino Unido de donde no pueden salir.

«Partiendo de que los viajes en vacío son ineficientes y que se pueden evitar con una bolsa de cargas como la nuestra, la decisión de regresar sin carga supone para los británicos más problemas», explica Gburek. «Tenemos vehículos disponibles en las carreteras, pero el cuello de botella del suministro sigue ahí. Los problemas con bultos o suministros de filiales no los pueden solucionar conductores externos, pero sí podrían aliviar el mercado de cargas en Gran Bretaña mediante LTL o FTL

Cabotaje sin límite: ¿Solución contra la falta de conductores y cuellos de botella en los suministros?

Hace poco, el gobierno británico ha relajado las disposiciones para el transporte por cabotaje dentro del país, excepto para Irlanda del Norte. Hasta el 30 de abril de 2022, las empresas de transporte extranjeras pueden completar trayectos sin límites durante 14 días en Gran Bretaña. La meta es contrarrestar la escasez de abastecimiento a corto plazo, así como la falta de camioneros.

Como era previsible, las voces críticas con la decisión no han tardado en dejarse oír. Después de todo, el enfoque de la solución choca con los planes del gobierno de aumentar el nivel salarial, la cualificación y el porcentaje de trabajadores propios.

 El cabotaje a corto plazo es una opción, pero no es la solución a la larga

La relajación de las disposiciones sobre cabotaje hasta la primavera de 2022 es solo un parche. Aunque ayuda al abastecimiento, no soluciona el problema de la escasez de profesionales in situ. Faltan 100.000 conductores: las empresas tienen vehículos parados por no disponer de personal. Cuando venza la flexibilización del cabotaje, volveremos seguramente al mismo escenario. Por eso, las empresas británicas estás captando últimamente a conductores europeos con primas y salarios increíbles.

«Los conductores extranjeros son más que bienvenidos», confirma Hall. «Nada ha cambiado al respecto. Pero muchos temen quedarse en Gran Bretaña en caso de que las fronteras se vuelvan a cerrar por el coronavirus

Gburek añade: «La pandemia es una cosa, pero la escasez de conductores también se da en los países europeos. Para los conductores, es un aliciente trabajar para una empresa británica por un sueldo muy elevado. Pero hasta en Gran Bretaña, hace tiempo que no todas las empresas pueden trasladar los mayores costes a los precios de transporte

Los británicos atraen con salarios increíbles, pero ante perspectivas dudosas de futuro

Los temores proceden de las débiles exportaciones británicas que siguen retrocediendo y, con ellas, la competitividad de los británicos. Los elevados precios del transporte y los salarios de los conductores desembocan no pocas veces en un aumento de los precios para el consumidor final. La espiral de salarios y precios parece no querer parar, y mucho menos revertirse.

En primer lugar, atraer camioneros extranjeros con sueldos altos es decisión de cada empresa. Pero la cuestión asimismo radica en si los profesionales decidirán irse a Gran Bretaña solo por más dinero. Tanto la regulación del cabotaje como la prórroga de los visados de trabajo tienen una fecha final. El esfuerzo asociado con emigrar puede ser muy elevado en función de los conocimientos lingüísticos y locales, la situación habitacional, el reconocimiento de las cualificaciones y la duración. Si merece la pena para unos pocos meses es, como mínimo, discutible.

En principio, el Brexit ha complicado a los camioneros europeos la posibilidad de trabajar en Gran Bretaña, por lo que una parte se ha reasentado en su país de origen. La prórroga de los visados de trabajo hasta Nochebuena de 2021 llegó tarde para muchos, pues ya habían tomado o incluso ejecutado la decisión.

¿El futuro de Gran Bretaña? Niebla densa en la bola de cristal.

Dadas las circunstancias, de momento no se puede asegurar nada. Es probable que ni siquiera el gobierno británico sepa qué medidas para el futuro (¿inmediato?) se puedan tomar aún. Eso sí, está claro que las actuales reglas temporales a largo plazo no son sostenibles. Sobre todo, si tienen fecha de caducidad como la normativa sobre cabotaje y la ampliación de los visados de trabajo.

Precisamente las pequeñas y medianas empresas están llegando a sus límites y se topan con nuevas decisiones: ¿Pagar salarios altos y contratar a menos conductores? Esto también implicaría dejar parados los vehículos que aún no se han amortizado. Ante este escenario, la conclusión es que probablemente seguiría empeorando la escasez de suministro y de profesionales.

«Es un arma de doble filo», indica Hall. «Pero hay un efecto colateral positivo: Las agencias de transporte aún no han tocado techo y cobrarán mejor.» Qué papel tendrá tal cambio positivo solo lo sabe la bola de cristal. Una noticia positiva nunca viene mal.

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