Conocimientos de logística 01.09.2022
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El transporte intermodal: una alternativa que se mueve entre las ventajas y las desventajas

Qué se entiende por transporte intermodal y cuáles son los pros y los contras de este tipo de transporte

Transporte intermodal

Cada expedición se planifica hasta en el más mínimo detalle. El transporte por carretera es, sin duda alguna, la modalidad más extendida y valorada del mercado, pero una empresa de logística tiene la obligación de valorar también modalidades alternativas, siempre que sea posible. Por ejemplo, una de las soluciones más empleadas para las distancias largas es el transporte intermodal. ¿En qué consiste y, sobre todo, cuándo resulta conveniente?

 ¿Qué es el transporte intermodal?

 

Como se puede entender intuitivamente, el transporte intermodal combina múltiples modos de transporte para llevar a buen término una expedición. No obstante, la definición de transporte intermodal no termina aquí. Veamos cómo se describe este modo de transporte en el documento Terminology on combined transport (Terminología sobre transporte combinado) de la Conferencia Europea de Ministros de Transporte:

«El transporte intermodal designa el movimiento de mercancías en una misma unidad de carga o vehículo usando sucesivamente dos o más modos de transporte sin manipular la mercancía en los intercambios de modo».

En esencia, la unidad de carga que se emplea es siempre la misma. Esta, en el momento de los intercambios de un transportista a otro, no se manipula, sino que se transfiere en su «forma original». ¿Cómo es esto posible?

Retrocedamos un poco en el tiempo. Los primeros esbozos de transporte intermodal se remontan a la Segunda Guerra Mundial, cuando el ejército estadounidense, para facilitar los transbordos desde los camiones a los barcos o aviones, comenzó a cargar las mercancías sobre plataformas de madera, lo que ahora llamamos comúnmente palés. Al hacerlo, las diversas unidades de mercancías se podían transferir de un vehículo a otro en «bloques» con extrema facilidad.

Sin embargo, la auténtica revolución que dará lugar al transporte intermodal moderno llegará aproximadamente una década más tarde. En 1956, el empresario estadounidense Malcolm McLean tuvo una intuición. Mientras observaba el transbordo de las mercancías de los camiones de su empresa al barco, se le ocurrió que cargar directamente el camión habría sido mucho más fácil y rápido. Como cargar también el motor de sus vehículos habría sido contraproducente, diseñó los primeros contenedores.

Sin embargo, los contenedores por sí solos no bastaban: también era necesario adaptar todos los diversos componentes del transporte. Así las cosas, en 1967 la International Organization for Standardization (Organización Internacional de Normalización) creó un modelo estándar de modo que todos los transportistas pudiesen homologarse: el denominado contenedor ISO. Es precisamente esta unidad de carga estandarizada la que hace posible el transporte intermodal tal y como lo conocemos y lo diferencia de otras formas de transporte que implican el uso de múltiples medios para una expedición.

 

Cuidado con la terminología: diferencia entre multimodal e intermodal

 

Es fácil confundir el transporte intermodal con el transporte multimodal. Este último indica las mercancías que viajan en diferentes medios de transporte hasta llegar a su destino.  Sin embargo, a diferencia del transporte intermodal, no emplea una unidad de carga estándar como el contenedor.

Entre las distintas modalidades contempladas en el sector del transporte también está el transporte combinado. No es más que un subconjunto del transporte intermodal y define una expedición en la que los recorridos principales se realizan en tren o por mar, con el mínimo recorrido posible por carretera.

En la mayoría de los estados de la UE, un transporte se define como combinado cuando la parte del recorrido realizada por tren o vías navegables es superior a los 100 km, mientras que el recorrido por carretera debe limitarse a 150 km.

 

Las ventajas del transporte intermodal

 

Después de esta disgresión histórica sobre el transporte intermodal, intentemos entender ahora cuándo es realmente conveniente utilizar este modo de transporte. La principal ventaja viene dada por la ausencia de un fraccionamiento de la carga. Los transportistas hacen el transbordo del contenedor tal y como está, sin necesidad de manipular las mercancías en esta fase.

Además, el uso de los contenedores garantiza un aumento de la seguridad para las mercancías que se transportan. Podemos definirlos como «contenedores» especialmente resistentes, protectores y, sobre todo, difícilmente susceptibles de ser robados.

Una de las preguntas más habituales sobre el transporte intermodal es: ¿cómo de económico es? Se suele pensar que, al aumentar el número de transportistas implicados, el precio del transporte no puede hacer otra cosa sino subir. Pero en realidad esto no es así. Los costes del transporte por carretera son más bien volátiles, sobre todo durante la temporada alta. Los costes del transporte por tren y barco, sin embargo, fluctúan mucho menos a lo largo del año.

Además, el transporte intermodal también puede generar economías de escala. Cuando los volúmenes presentes en el mercado son importantes, la demanda de transporte intermodal crece. Los operadores del sector tratan de satisfacer las necesidades de las empresas de logística ofreciendo sus servicios al mayor número de clientes posible, determinando así la reducción del coste de transporte por unidad.

Por último, pero no por ello menos importante, está la cuestión de la ecosostenibilidad. El transporte por carretera es uno de los mayores culpables de las emisiones de CO2. Entre los objetivos fijados por la Unión Europea en materia de protección del medio ambiente también se encuentra el aumento del 30 % del transporte por tren para las mercancías. El transporte intermodal podría convertirse en el protagonista del cambio: si se respetaran los objetivos europeos, las emisiones podrían reducirse un 55 %.

 

Las desventajas del transporte intermodal

 

El transporte intermodal también tiene una cara B, que se caracteriza por algunos aspectos negativos. Como ya hemos indicado unos párrafos más arriba, es un modo de transporte apto para movilizar grandes volúmenes en distancias largas. Sin embargo, en las distancias cortas y medias, el transporte por carretera sigue siendo la forma más eficiente.

Sin duda alguna, los camiones son más flexibles, especialmente cuando los plazos de entrega son ajustados. A grandes rasgos, en la carretera puedes decidir salir en cualquier momento, mientras que por tren y por mar tienes que ceñirte a los horarios establecidos con frecuencias que a veces no encajan mucho con tus planes.

Otro problema que presenta el transporte intermodal es la falta de un servicio generalizado. De hecho, la eficacia de las soluciones intermodales en un área geográfica depende de la presencia de terminales e interpuertos, así como de la disponibilidad de servicios de conexión ferroviaria con los puntos de llegada seleccionados por el cliente. Cuando estos fallan, la única alternativa es el transporte por carretera.

 

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